Preámbulo
La presencia de la Armada Peruana en el Oriente Amazónico se apareja con su misión fundamental de defensa y desarrollo a otra que es creación institucional: la Acción Cívica, asistencia humanitaria a las poblaciones ribereñas de nuestra selva, inquietud que a no dudarlo tiene génesis en la sensibilidad de los pioneros, actitud que bien se comprende dada la pobreza u orfandad en la que estos peruanos desenvolvían sus actividades cotidianas.
Intervenir en sus vidas para aliviarlas nacería pues como impulso espontáneo, fraterno, de hombre a hombre, a mujeres, a niños que nada tenían y lo esperaban todo. Tal conformismo halla explicación tal vez en el legado cultural ancestral que gobierna sus vidas. El severo habitat de aquellos años fue modificándose, paulatinamente, en las poblaciones visitadas, atendiéndose con los escasos recursos disponibles. Tales actividades humanitarias se daban especialmente en aspectos de asistencia médica, entrega de medicinas, atención odontológica, alimentos, corte de cabello y llevar alegría para los niños. Así se fueron incorporando las comunidades nativas al Perú, ausentes hasta entonces de lo que el peruano urbano considera habitual el día a día.
Durante decenas de años ha sido extendida la Acción Cívica, que se aplicó tanto en las riberas de los ríos Amazónicos, como en el Altiplano, Puno y otros lugares. Organizaciones Humanitarias y el Estado intervinieron de una y otra manera apoyando tales acciones. Con el transcurrir de los años el Estado Peruano ha creado Ministerios con la misión de acudir justamente en demanda de quienes más necesitan y menos tienen.
En orden a lo que podemos considerar una segunda etapa histórica que tuvo génesis en la Acción Cívica, la Armada Peruana emprendió un planeamiento que ha devenido en un Concepto Estratégico que busca que las acciones cívicas tradicionales - que ya han cumplido más de medio siglo de esforzada labor institucional - devengan en acciones sociales sostenibles en el tiempo, consolidándose así lo actuado y enfatizándose el trabajo en orden a desarrollar, un ambicioso emprendimiento.
En tal contexto, el mes de junio del año 2012 se tomó conocimiento del Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia 2012-2021 que es el instrumento marco de la política pública del Estado Peruano destinado a defender los derechos de niñas, niños y adolescentes, el mencionado PNAIA 2012-2021 depende a su vez de una comisión multisectorial. La afinidad de este organismo con el planeamiento aludido de la Armada conllevó iniciar coordinaciones con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables al cual se le expuso el planeamiento.
El MIMP acogió entonces con entusiasmo éste planteamiento, proponiendo además que la iniciativa de la Armada, que consideraba la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes se extendiera también en tanto incluir con tales servicios de protección los ejes de: Identidad, Salud, Educación y Nutrición.
Es trascendental el hecho que nuestra Estrategia de Acción Social con Sostenibilidad en las cuencas de la Amazonía Peruana esté incorporada a la Comisión Multisectorial permanente del Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia (PNAIA 2012-2021). Y lo es porque la Amazonía Peruana ha presentado históricamente evidente ausencia del Estado Peruano y sus organismos. Ante tal situación este espacio ha sido escenario de múltiples intervenciones por parte de diversas organizaciones, privadas y, debe mencionarse, también públicas, lo cual más allá de un propósito saludable, ha generado distorsión en los roles cumplidos por tales organizaciones, a menudo faltos de continuidad lo que ha motivado actitudes adversas por parte de la población al sentirse defraudada, pues estas acciones, generalmente de carácter asistencial, han carecido de permanencia, lo cual, como se ha comentado ha conllevado desmotivación en relación a las expectativas y aspiraciones generadas.
En ese sentido éste planeamiento orienta sus acciones a revertir esta situación, ante la percepción negativa en algunas comunidades hacia lo que por ellas pueda hacer el Estado. En muchos casos la estructura socio-económica está total o parcialmente controlada por una economía paralela.
La Estrategia tiene un enfoque articulador y vinculante que tiene como objetivo la identificación del poblador con el Estado y el reconocimiento de la autoridad que debe prevalecer, mediante la intervención de un solo organismo: El Estado Peruano.
El diseño de la estrategia plantea la intervención sostenida y articulada del Estado mediante tres (3) plataformas: Plataforma Itinerante, Plataforma Local y Plataforma de Soporte Tecnológico.
El modelo de intervención se diseña para cada cuenca por ejes, existiendo a la fecha 4 ejes (Eje de Salud, Eje de nutrición, Eje de Educación y Eje de Protección).
Las Plataformas de la Estrategia constituyen las herramientas que permiten proyectar en cada cuenca los Programas del Estado garantizando su sostenibilidad.